Ya no saques la libretita de los recados, ahora contamos con esta poderosa herramienta.
Los grandes pensadores nunca imaginaron que en un servidor podrían almacenar toneladas de información.
Con señas de humo nuestros antepasados
se comunicaban, ¡Gracias a Dios ya tenemos el
E-mail.
No cualquiera puede ofrecerte la ayuda que tu necesitas, por supuesto que debes de estar capacitado.